Lo primero que tenemos que tener claro antes de empezar con la restauración, es la implicación que vamos a dedicar a esta tarea y a nuestros conocimientos en materia de carpintería y pinturas por que dependiendo del nivel del acabado que deseamos mucho mayor tendrá que tener nuestra experiencia.
Una vez que tenemos el mueble debemos mirar las posibilidades que podemos tener de llevarlo a cabo es lo siguiente, valorar cuales son los desperfectos, investigar un poco sobre el estilo del mueble, indagar si disponemos de la misma madera por si tuviéramos que añadir algún trozo que faltase, intentar dentro de lo que cabe si disponemos de tintes y masillas adecuados a la tonalidad del mueble, revisar si hay indicios de que pudiera tener algún parásito u hongos que más adelante pueda comprometer todo el trabajo y el dinero invertido en la restauración, ver si con las herramientas de que disponemos ya sean profesionales o de bricolaje son las adecuadas al trabajo a realizar y ya por último intentar hacer una valoración de todos los materiales que pudiéramos utilizar en la decoración por si fuera muy costoso y no mereciera la pena.
Si lo que queremos es simplemente pintarlo de algún color toda la operación sera mucho más sencilla, pues solo tendremos que eliminar las capas de barnices antiguas que estén en mas estado, bien mediante lijas o con decapantes, después de esta acción deberemos masillar todos los desperfectos y grietas que pudiera presentar la madera, una vez seca la masilla lijaremos hasta igualar la superficie daremos una buena capa de pintura selladora y por último una mano de pintura de acabado, no tenemos que olvidar de lijar entre capa y capa de pintura.
Si por el contrario lo que queremos es una restauración
integral del mueble tendremos que proceder igual que en el apartado anterior,
es decir, eliminado toda capa de barniz que pueda tener el mueble, “ se supone
que estas capas deben estar en mal estado, de hay el objeto de nuestra
restauración. Luego viene el turno de la reconstrucción de las partes que
puedan faltar, esto lo llevaremos a cabo mediante la utilización de masillas o
añadiendo la madera adecuada. La lija vuelve a ser la estrella invitada, es fundamental para igualar lo restaurado y que no presente irregularidades, el siguiente paso o pasos será la aplicación de tintes para igualar el tono de la madera y para acabar aplicar las capas de barniz o laca protectora que fueran necesarias según el consejo del fabricante de este material decorativo.
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